Solo un 10% de las compañías dispone de un plan de IA integrado en sus estrategias

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inteligencia artificial empresa pyme ©Freepik

La mayoría de organizaciones que han implementado IA en sus procesos lo han hecho con la motivación puesta en la eficiencia operativa. El 31% de las empresas destaca la inestabilidad de la regulación como una de las grandes barreras para la implementación de más casos de uso.

Ante la creciente presencia de la inteligencia artificial en el mundo empresarial y tecnológico, las organizaciones españolas comienzan a sentar las bases para incorporar este recurso a sus procesos y poder capitalizar todo su potencial de crecimiento. Aunque apenas un 10% de las compañías dispone ya de un plan de IA completamente integrado en sus estrategias, el 36% de ellas ya ha iniciado su elaboración y solo una de cada cuatro no prevé tenerlo en un medio plazo. Así lo indica el Informe Ascendant Madurez Digital 2024 de Minsait que, bajo el título “IA, radiografía de una revolución en marcha”, aborda el contexto y grado de adopción de la inteligencia artificial por parte de las empresas y las administraciones públicas.

“Percibimos un salto cualitativo que avanza hacia nuevos modelos de gestión, en los que la IA se integra en todas las funciones de la organización, facilitando a las personas que puedan centrarse en actividades de mayor valor. Para conseguirlo, uno de los grandes retos de compañías e instituciones es acelerar la innovación y el escalado ágil y flexible de la inteligencia artificial, con el fin de no perder el tren de la competitividad y continuar creciendo de forma sostenible”, explica Luis Abril, consejero ejecutivo de Indra y director general de Minsait.

Eclosión de casos de uso

Aunque las compañías de todos los sectores parten de un bajo nivel de adopción de la IA, son conscientes del reto que supone impulsar y capturar todo su valor a medida que avanza la tecnología. Es llamativo que muchas se estén lanzando ya al despliegue de casos de uso, sobre todo de inteligencia artificial generativa, que se ha convertido además en el multiplicador para la implementación de casos de uso y acelerar su llegada a las empresas.

Entre las compañías que ya han iniciado este camino, un 72% lo ha hecho con la motivación de incorporar la IA en su eficiencia operativa, un 34% para mejorar la toma de decisiones y un 31% en la evolución de la experiencia de sus clientes y usuarios internos. En general, se perciben ciertas reservas a explorar otros ámbitos o a facilitar acciones autónomas por parte de la inteligencia artificial; y priman por el contrario casos de uso relacionados con la evolución en las operaciones.

Otros ámbitos de la cadena de valor en los que se ha puesto foco son la aplicación de la IA a la gestión del riesgo y la ciberseguridad (54%), el TI corporativo (37%), marketing (36%) y ventas (33%); lo que ha incentivado el desarrollo de casos de uso en ámbitos como el análisis predictivo para la toma de decisiones, la investigación y el diseño de nuevos productos y servicios, el diseño y personalización de campañas, la predicción de la demanda de clientes, o la generación de código TI.

Dentro de esta velocidad que comienza a tomar la IA en las organizaciones, la nube y contar con un buen ecosistema de aliados e hiperescaladores se ha convertido en la base tecnológica para su adopción a gran escala. El 78% de las organizaciones dispone ya de infraestructura en la nube para fomentar la inteligencia artificial y una de cada tres tienen acuerdos con socios tecnológicos especializados.

Por sectores, el aprovechamiento sectorial de la inteligencia artificial es muy dispar, si bien Banca, Energía, Seguros y Telco ya han habilitado medidas para cambiar su enfoque hacia la IA o incorporar productos y servicios en su propuesta de valor basados en ella. Otros como Consumo, Industria o AAPP se encuentran en fases más incipientes para poder explotar el máximo potencial de este recurso.

Preocupación por el marco regulatorio

Esta eclosión de casos de uso ha acelerado la entrada de la IA en las organizaciones si bien desde estas aún se perciben obstáculos para escalar más ágilmente su adopción. La falta de profesionales cualificados es la más importante para el 36% de las compañías consultadas, seguida de la falta de visión y entendimiento por parte de las capas directivas sobre el valor de la IA y su potencial de crecimiento para el negocio, tal y como apunta el 35%.

En tercer lugar, destaca la preocupación del 31% de las organizaciones por la inestabilidad de la regulación y la ausencia de un marco normativo estable que incentive el uso responsable y el cumplimiento de la privacidad como una de las grandes barreras para aumentar su adopción.

Luis Abril, recuerda que es importante aprovechar este momento de oportunidad: “La inteligencia artificial es un recurso valioso para mejorar la competitividad de las empresas y las administraciones públicas en todo el mundo. Y, como siempre ha ocurrido con otras revoluciones de calado, la IA supone una disrupción en diversos ámbitos de la sociedad y viene acompañada de una serie de retos que habrá que gestionar. Entre estos retos, se incluyen la protección de la privacidad y la seguridad de los datos, la prevención de sesgos y la discriminación, la gestión sostenible de los recursos necesarios para el uso de la IA y la gestión del impacto que pueda tener en el mercado laboral. Y, en el fondo, dar respuesta a estos retos para seguir avanzando hacia un modelo de sociedad donde las nuevas tecnologías estén al servicio de las personas”.